domingo, 13 de febrero de 2011


Cuando nos dimos cuenta que estamos aquí, ya nos teníamos que ir...
Los ayeres se transforman en hace años y el mañana ya pasó.
Aquellos deseos de niños son hoy realidades frustradas.
La juventud confiada comienza a caducar y las aventuras se hacen costumbres aburridas.
Los diarios no alcanzan y la tinta se acaba.
No vale la pena seguir pensando en este proceso imparable.Vamos a guardarlos todo en un archivo lleno de polvo y hacer letras innentendibles.
Hagamos magia ahora y guardemos trucos para más tarde.

23:24


Lo común es parte de lo normal cuando el miedo a ser real es lo más sonado.
Ser parte de un grupo que no puede vivir siempre junto y por lo tanto, estar solo...es desconcertante.
¿Tener un titulo, un trabajo, un esposo y tres hijos te hace honesto? no lo creo,¿ quien más lo no lo hace? no sé..me gustaría conocerlos.
Quisiera saber quien soy, y no seguir cuestionando a mi yo, que no encuentro, lo que tengo que hacer.
Posiblemente encuentre la respuesta en un mecedora, estando dentro de una anciana sin arrugas y con piel de iguana... ahí estará la respuesta en una cabeza, que tampoco sabre a quien pertenece...