miércoles, 1 de junio de 2011

Una historia entre comillas

Esta noche encontré la inspiración en las historias de la profesora Margarita Arribas, la cual nunca me dio clases ni tiene idea de que quien soy, sin embargo, admiro su forma de escribir por el simple hecho de que me atrae y eso es difícil de lograr. Así que contaré una historia como ella lo hace...una experiencia de hace una semana que me pareció "interesante".

Me monto en un carrito de la ruta interna de la uni con destino a la facultad de ciencias, que es por donde salgo a tomar el bus a mi casa...y el chófer tiene un cd de chistes puesto en el reproductor. Para mi fue inevitable escuchar pues me senté adelante y estaba sola, los demás que se montaron estaban juntos e iban conversando en la parte de atrás. Desde la facultad de humanidades hasta la salida de Ziruma escuché un par de chistes "divertidos" que muchas personas disfrutan...con una que otra grosería, como es común en el dialecto zuliano (creo que todos tienen derecho a escuchar lo que les divierte no?). Luego de la parada de ziruma, en donde se bajaron todos, menos yo...la cosa se puso diferente con los chistes; todo empezó con uno mas o menos asi:

"humorista": esta era una vez una muchacha que le dice al padre " ay papi cómprame un mitsubishi"
y el padre le dijo "mija vos creeis que a mi me regalan los cobres? yo los trabajo mija...pero vamos a hacer algo..."
y le dice el padre " vos te pasais en la noche por el cuarto y me lo mamas y después arreglamos lo del carro"
Va la hija en la noche al cuarto y "se lo hace" al padre y luego le dice " ay papi esto huele como a mierda"
y el padre le responde "ay mija es que por aquí ya paso tu hermano"

Luego de terminar el "chiste" las carcajadas eran incontrolables...tanto por parte del chofer como de la "audiencia" del "humorista". En cuanto a mi cara, no se como describirla, pero puedo describir lo que sentía: miedo,asco,pena.....todo me llevo a tener una cara de incoherencia total que pretendía no verse ta aterrada por tirarse del carrito, que de paso iba volao'.

Los chistes siguieron por todo el camino...(no vale la pena que escriba otro, pues era igual de bizarro). Se montaron un par de pasajeros más, pero igual iban atrás..sin prestarle atención al audio.

Cuando ya estaba por llegar, entablé una corta conversación con el chófer:

chofer: que fue? no te gustan los chistes?
yo (sonrisa fingida): no...para nada...son asquerosos. (ultima palabra en tono bajo)
chofer: va pues....me hubieras dicho y yo lo quitaba. (risa de maracucho regionalista y arrogante)
yo: es su carro, usted pone lo que quiera.
chofer: ...si no te gustan me hubieras dicho "mire señor no me gusta eso..quitelo" y ya.

En segundos..llegué a mi destino...y dije "gracias"

Para mi no eran tan repugnante escucharlos...sino imaginarme a todas las familias que escuchan eso (incluyendo al chofer); hombres y mujeres que abusan de sus hij@s,sobrin@s,niet@,etc. Pues si es un chiste...que importa si lo hago?