Cada pensamiento es procesado por nuestro cuerpo, y las señales, ya sean negativas o positivas, se notan! se hacen ver! por eso no vale la pena llenarse de malos pensamientos. O mejor dicho, es mejor no pensarlo tanto porque lo único que nos salva de invadir nuestros cuerpos de la toxicidad de nuestras ideas es la rendición, la rendición a lo que estamos viviendo en ese momento. La entrega total al presente. Porque como bien lo dice Julieta Venegas " el presente es lo único que tengo"; nada que haya
El pasado es la nostalgia, el resentimiento y el dolor.
El futuro es una simple ilusión.
El presente es lo único que puedes cambiar.
PARA, no me malinterpretes...el pasado tiene muchas experiencias que te enriquecen y te ayudan a crecer, muchas de esas cosas te dan felicidad, recuerdos placenteros y triunfos, pero hasta ahí! observemos el pasado como vemos una foto. No por mucho tiempo porque perdería sus esencia. Solo míralo, recuerda, regalale una sonrisa y vuelve a donde estas! YA!
El futuro (ay, que señor tan impredecible) no nos lo garantiza nadie! así que trabaja en pro de él pero consciente de que lo único seguro es lo que tienes ahora.
El presente no se va, ni te dice que se va a quedar. No te da expectativas, ni te desilusiona.
El presente es el único que te da la satisfacción solo con tocarlo, exhalarlo e inhalarlo cada segundo, pero se va si lo dejas a un lado por el pasado o el futuro. Se va, y es ahí cuando nos perdemos.
BAILA y ya!