Yo tengo una cocinita de madera, a la cual mi madre no me deja acercarle el fuego porque dice que se quema. No le creo, pues yo pienso que lo que es bueno soporta lo que venga.
Yo tengo una cocinita de madera y a medida que crezco se va haciendo más pequeña, cosa que no comprendo.
Yo tengo una cocinita de madera en la que te consiento, en ella te caliento el chocolate caliente que te llevo al colegio.
Tuve que dejar mi cocinita de madera en casa porque me la pueden robar esas niñas malas con las que tu te la pasas. De todos modos te traje el chocolate caliente, que se enfría cada vez que tu me mientes diciéndome que me quieres.
Igual yo tengo mi cocinita de madera y tu a tus amigas de grandes ojeras.
Yo ellas las veo por las noches asomándose en mi ventana.Tratan de llevarse mi más preciado objeto.La envidia las delata.
Nunca dejaré que lo hagan, por eso tampoco duermo y sigo teniendo mi preciosa cocinita de madera en la que te caliento mi cariño, ese que cada día dejas en la nevera.