viernes, 3 de diciembre de 2010

Me tomé un momento como un café

Estaba tratando de ocupar mi mente en el vidrio que estoy limpiando y las películas que ordeno...
pero mientras más pasa el tiempo se me hace más difícil concentrarme.

Hoy es uno de esos días en los que mi cabeza amanece en otro sitio...ese desconocido hasta por mi. Mi cerebro parece que se divide en una parte que me quiere destruir y en otra que me quiere salvar.

Mientras desempolvo algunos recuerdos, me vienen a la mente momentos y me puse a analizar:
los viejos amores siempre los queremos echar al olvido, sin embargo a mi me resulta tan difícil que llego a creer que es imposible; olvidar todas esas cosas ilógicas y absurdas que pensé, todos los momentos en los que me arrepentí. Los ratos mirando por la ventana como pendeja, los sueños húmedos y los rostros sonrojados...digo amores...digo rostros. Y en realidad fue uno solo.

No fui ni soy de muchos amores. No sé si algún día lo sea. El punto es que quisiera ser amiga del pasado para que deje de ponerme a pensar tanto en el presente. Atormentarme quizás...

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